Cocina sin Carné

Parece ser que estos bollos son típicos americanos.

Como curiosidad os contaré que, concretamente de San Antonio de Tejas, tienen una versión gigante de ellos, los hacen tamaño panettone. En fin, que con uno que compres desayuna una familia numerosa.

Ingredientes:

• 650 gr de harina de fuerza.
• 7 gr de levadura seca.
•  250 ml de leche entera.
•  75 gr de mantequilla + 60 gr. más para el relleno.
• 100 gr de azúcar blanca y 160 gr. de azúcar moreno.
• 1/2 cucharilla de sal.
• 3 cucharadas de canela en polvo.
• 3 huevos.

Mezclamos en un bol la harina con la levadura de panadero y mientras tanto, en otro bol bien amplio, entibiamos la leche con el azúcar, la mantequilla y la sal hasta que todos los ingredientes puedan mezclarse bien.

Añadimos al bol de los líquidos el que tenemos con la harina y la levadura y vamos mezclando con la ayuda de una cuchara de madera o una espátula. Después, vamos incorporando a nuestra masa los huevos uno a uno y sin batir.

Amasamos hasta que esté lista, debe quedar algo pegajosa. La colocamos, en forma de bola, en otro bol, untado con algo de aceite para que no se nos pegue al fondo y lo cubrimos con un film transparente. Lo colocamos en un sitio alejado de las corrientes de aire y esperamos a que doble su volumen.

Sacamos la masa del bol a una mesa de trabajo y, con las manos enharinadas, la amasamos durante de 5 a 8 minutos.

Cuando esté lista, la estiramos formando un rectángulo más o menos de 30  x 50 cm.

Repartimos sobre el rectángulo la mantequilla en punto pomada, el azúcar moreno y la canela y, con las manos, lo repartimos todo bien llegando a todos los extremos menos a uno de los lados largos.

Cuando el relleno esté totalmente repartido doblamos uno de los lados largos sobre sí mismo enrollando hacia el otro lado. No debemos dejar aire en su interior pero tampoco hay que apretar demasiado el rollo. Al llegar al final, mojamos con un poco de leche el lado limpio de la masa, la acabamos de enrollar y la dejamos 2 minutos apoyada sobre el lado mojado en leche para que se pegue un poco.

Cortamos el rollo en trozos gruesos, a mi me gustan altos y he sacado 8 rollos pero, pueden hacerse más bajitos y sacar el doble. Se colocan en una fuente que pueda ir al horno, forrada con papel vegetal, y se vuelven a tapar hasta que dupliquen de nuevo su tamaño.

Los introducimos en el horno precalentado a 180 o 200 º C, de 15 a 30 minutos, dependiendo del horno y del tamaño de los rollos.

Es mejor que no se doren demasiado así que si veis que toman color demasiado pronto podéis taparlos con una hoja de papel de aluminio.

Cuando estén hechos y hayan entibiado, podemos hacer una glasa ligera mezclando azúcar glas con una cucharada de agua y poner un poco sobre cada bollo.

Son perfectos para compartir, pues quedan bastante grandes, en un desayuno o una merienda acompañados de un té o un café con leche.