Esta es una variación de la crema de calabacín que hice por primera vez, un día que tenía invitados no hace mucho tiempo, para añadir un poco de presencia a la típica crema de calabacín. El Mascarpone le da finura en el paladar y las pequeñas quenelles de Mascarpone, color y elegancia.
Ingredientes:
- 3 Calabacines
- 1/2 Cebolla
- 1 Puerro
- 200 gr. queso Mascarpone
- Aceite y mantequilla
- Sal, pimienta blanca y sésamo negro.
Pochamos en una cazuela, con 2 cucharadas de aceite suave y 1 cucharada de mantequilla, la cebolla y el puerro cortados pequeñitos. Lavamos bien los calabacínes y, con piel y todo, los laminamos y añadimos al sofrito. Dejamos pochar unos minutos sin que cojan color.
Añadimos 1 litro de agua, sal y pimienta blanca y dejamos cocer 20 minutos.
Pasado este tiempo, batimos todo muy bien, le añadimos 100 gr. de queso Mascarpone, rectificamos de sal y dejamos cocer 5 minutos más.
Mientras la crema da su último hervor, mezclamos en un cuenco 100 gr. de Mascarpone, un poco de leche, sal, pimienta blanca y unas semillas de sésamo negro consiguiendo la crema para las quenelles.
Emplatamos añadiendo en cada plato algunas semillas de sésamo y 5 pequeñas quenelles, que haremos en el momento con dos cucharillas.
Bon appétit!
Tags: Cremas, Entrantes, Queso, Vegetariano
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