El níscalo es una seta bastante común en nuestros bosques y posee una carne densa y compacta.
Su valor nutricional es altísimo pues, en 24 Kcal. que posee cada 100 gr., tiene una excelente cantidad de fibra, buenas cantidades de hierro, calcio, potasio, yodo y magnesio, y vitaminas de los grupos B, E y K nada despreciables.
Entre sus bondades os recordamos que se recomienda su consumo para bajar el colesterol y además de todo eso, está riquísimo.
Aún así no queremos perder la oportunidad de comentaros que coger setas en el campo, sin haber adquirido los conocimientos necesarios, puede ser muy perjudicial para el bosque pero, sobre todo, para las personas que las ingieran, que pueden llevarse un susto importante. Nunca cojas una seta sin estar seguro de que la conoces a fondo.
Y, dicho esto, sabiendo que en las tiendas de alimentación los encontraremos en otoño, vamos a pasar a la receta.
Ingredientes:
- 250 gr. de níscalos.
- 400 gr. de patatas.
- 2 zanahorias.
- 1 cebolla mediana.
- 2 dientes de ajo y laurel.
- 1/2 vaso de vermú blanco.
- pimentón agridulce y picante.
- 50 gr. de jamón serrano.
- agua, aceite de oliva y sal.
Ponemos al fuego una sartén con paredes altas y tapa con 3 cucharadas de aceite. Cuando el aceite esté caliente ponemos la cebolla y el ajo, bien picaditos, a pochar.
Cuando empiece a dorar el contenido de la sartén, añadimos los níscalos, que tendremos limpios, secos y troceados groseramente, a la sartén y rehogamos durante 3 minutos más removiendo de vez en cuando. Ponemos el vermú y dejamos reducir a seco.
Añadimos una cucharilla de pimentón agridulce y un punto de pimentón picante y damos unas vueltas al conjunto para que se mezclen bien los sabores.
Agregamos a la sartén las zanahorias y las patatas peladas y troceadas (chascadas mejor), sal al gusto, una hoja de laurel, y añadimos agua hasta casi cubrir los ingredientes. Tapamos y dejamos cocer a fuego lento durante 30 minutos imprimiéndole, de vez en cuando, un movimiento de vaivén que nos ayudará a que el caldo quede gordito.
Pasado este tiempo probamos nuestro estofado, rectificamos de sal si es necesario, revisamos el punto de cocción de la patata y, cuando todo esté a nuestro gusto, retiramos la sartén del fuego.
Añadimos al guiso el jamón picadito y removemos para que se mezcle bien por todo el estofado, dejando reposar 5 minutos antes de servir.
A nosotros nos encanta cocinarlos así. Cuando los pruebes, ya nos contarás qué te ha parecido esta receta!
Tags: Estofados, Guisos, Níscalos, patatas, setas
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