Ossobucco significa hueso hueco. Este guiso, originario de Milán, debe su nombre al corte de la carne; un corte transversal del jarrete de ternera que se deja sin deshuesar.
Las rodajas deben tener un buen grosor, al menos tres centímetros, y se sirve acompañado de arroz o pasta.
Ingredientes:
- 4 piezas de ossobuco.
- harina.
- 1 cebolla.
- 3 zanahorias .
- 1 puerro.
- 1 rama de apio.
- 600 gr. de tomate pelado y troceado.
- 1 vaso de vino blanco .
- 2 ajos, perejil y laurel.
- aceite de oliva, pimienta y sal.
- ralladura de 1 limón.
Empezaremos salpimentando y enharinando las piezas de ossobuco.
En una sartén, amplia y honda, pondremos 5 cucharadas de aceite, doraremos bien la carne y reservaremos.
En la misma sartén, pocharemos las verduras. Primero la cebolla, luego la zanahoria, el puerro y la rama de apio. 5 minutos después añadimos los tomates, pelados y troceados, y una hojita de laurel.
Cuando la verdura haya perdido algo de volumen introduciremos de nuevo la carne en la sartén y lo rociaremos todo con el vaso de vino blanco. 5 minutos después, cubriremos el guiso con agua y dejaremos hacer alrededor de hora y media o hasta que la carne esté bien blandita.
En todo este proceso, debemos intentar evitar que el contenido del interior del hueso se disperse en la salsa. El tuétano, si conseguimos que permanezca en su sitio es un bocado exquisito.
Mientras el guiso se hace, confeccionaremos una picada con los ajos, el perejil y la ralladura de limón y pondremos un poco de esa picada sobre cada plato una vez esté servido.
En esta ocasión, hemos elegido una buena cama de espaguetis como guarnición de este guiso.
A disfrutar!
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