Cocina sin Carné

Es posible que ya os haya comentado anteriormente que, junto a unos amigos, jugamos a viajar por el mundo aprendiendo su gastronomía.

Pepián significa salsa o guiso y esta receta, inspirada en varias que encontré en la Red, forma parte de una cena peruana que preparé para unos amigos no hace mucho.

Ingredientes:

• 3 muslos y 3 contramuslos de pavo.
• 4 mazorcas de maíz (choclo) tierno y fresco.
• 2 naranjas.
• 2 cebollas moradas.
• 2 dientes de ajo y carne de pimiento choricero.
• Sal y pimienta.
• Canela y aceite de oliva.
• 1 litro de caldo de ave.
• Rabanitos y aceitunas negras.

Empezamos haciendo un fondo con una cebolla roja picada y pochada en una cazuela amplia. Mientras la cebolla se va cocinando pasamos por la sartén las piezas de pavo salpimentadas hasta que se doren.

Introducimos los trozos de pavo en la cazuela y añadimos el jugo de 2 naranjas y caldo de ave hasta cubrir. Dejamos cocer durante media hora a fuego medio. Añadimos la cáscara de naranja cortada en tiritas finas y blanqueadas, una pizca de canela y dejamos cocer hasta que el pavo esté muy tierno, alrededor de 1 hora más.

Mientras el estofado de pavo se está haciendo nos ocupamos de hacer el pepián.

Desgranamos las mazorcas de maíz ayudándonos de una tabla y un cuchillo y pasamos por la batidora los granos, sin añadir nada más, hasta obtener una crema gruesa que reservamos.

En otra cazuela ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos 2 dientes de ajo bien picaditos y 2 cucharadas de pimientos choriceros. Añadimos media cebolla roja también picada muy pequeña y dejamos hacer durante unos minutos hasta que todo esté bien dorado. Añadimos la crema de maíz y un vaso de caldo de ave y lo dejamos hacer a fuego medio hasta que pierda volumen y esté cocinado. Debemos mover el pepián continuamente pues tiende a pegarse al fondo de la cazuela. Salpimentamos y retiramos del fuego.

Emplatamos poniendo una buena cantidad de pepián en el fondo del plato, una pieza de pavo encima del pepián y sobre todo ello cebolla morada cortada en plumas finas, rodajas de rabanitos y algunas aceitunas negras.

El resultado es un plato distinto, con una mezcla de sabores que te sorprenderá.