Esta es, sin duda, una de mis sopas favoritas. Muy agradable al paladar y, sobre todo, perfecta para reponerse de cualquier malestar producido por el frío.
Ni parancetamol, ni aspirina, ni anti-gripales. Si crees que estás pillando un catarro, o te sientes decaído, unas buenas sopas de ajo te devolverán a la vida.
Ingredientes:
- 1 litro de caldo.
- 7 dientes de ajo.
- taquitos de jamón.
- pimentón.
- 1 hoja de laurel.
- aceite y sal.
- Pan.
Comenzamos haciendo un buen caldo de verduras. Esta sopa se podría hacer con agua pero el resultado no es el mismo.
Ponemos en una cazuela 3 cucharadas de aceite de oliva y rehogamos los ajos que habremos pelado y cortado en láminas. Cuando empiecen a dorarse separamos del fuego y añadimos los taquitos de jamón y el pimentón. A mí me gusta mezclar pimentón dulce con picante, pero puede ponerse solo el dulce. Se le dan unas vueltas con una cuchara de madera, siempre fuera del fuego.
Cortamos unas rebanadas de pan del día anterior un poco gruesas y las ponemos a tostar en el horno. Las sacamos cuando hayan tomado color y las añadimos a la cazuela. Este es el momento de poner también la hojita de laurel y de añadir el caldo.
Volvemos a poner la cazuela en el fuego, salamos al gusto, dejamos cocer 15 minutos y lista para disfrutar. Se sirve bien caliente y, si es posible, en vasijas de barro individuales.
Posted in De la Abuela, Estrella, Facilonas |
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