Seguro que conoces este riquísimo pastel típico de la gastronomía alemana y que tiene sus orígenes en los dulces turcos o armenios. Sí, parece ser que el strudel que hoy conocemos no es ni más ni menos que un baklava muy refinado.
Provenga de donde provenga, lo cierto es que es un postre riquísimo y, debido a la gran cantidad de fruta que lleva y a la finísima masa, no demasiado pesado ni a la vista ni en el estómago.
Ingredientes:
- 1 masa de hojaldre,
- 1 huevo,
- 3 manzanas no demasiado maduras,
- 1 puñado de pasas,
- ron para remojar las pasas,
- 12 nueces,
- 3 cucharadas de pan rallado,
- 50 gr. de mantequilla,
- 6 cucharadas de azúcar,
- 1 cucharada de vainilla,
- 1 cucharada de canela.
Ponemos las pasas sin pepitas, cubiertas con el ron a hidratar.
Pelamos y cortamos las manzanas, primero en cuartos y después en láminas. Las ponemos en un bol amplio y les añadimos el azúcar, la canela y la vainilla.
Ponemos en una sartén la mantequilla y cuando esté caliente le añadimos el pan rallado. Removemos y mezclamos a fuego lento hasta obtener una arena dorada. Reservamos.
Añadimos al bol de las manzanas las nueces troceadas y las pasas hidratadas en ron y escurridas y removemos todos los ingredientes para que se mezclen bien. Dejamos macerar todo junto 10 minutos.
Estiramos el hojaldre en una superficie lisa y enharinada y, ayudándonos con el rodillo, estiramos hasta dejar la masa muy muy fina.
Sobre la masa extendida vamos repartiendo la arena dorada, obtenida con el pan rallado y la mantequilla, dejando 3 o 4 dedos limpios en los bordes.
Añadimos la mezcla de la manzana y el resto de ingredientes que tenemos en el bol sobre la masa, cuidando de dejar sin relleno más de la mitad de ella. Si el relleno ha sudado durante la maceración intentaremos trasladar a la masa la menor cantidad de líquido posible.
Doblamos la masa sobre el relleno, primero en los bordes y luego vamos dando vueltas desde la parte en que está el relleno, hacia el lado que hemos dejado limpio. Debemos obtener unos pasteles lo más cilíndricos posible.
Dejamos debajo la junta de las masas para evitar que se abra y pincelamos con huevo batido toda la superficie.
Horneamos a 180 º C durante 35 o 45 minutos, depende del tamaño de los pasteles y del horno.
Una buena manera de saber cuándo tu strudel está listo es la observación. La masa debe quedar dorada pero clarita.
Este pastel alcanza su momento de perfección cuando está tibio y puede emplatarse acompañado de helado, nata, frutos rojos…
Tags: Dulces, Manzanas, Pasteles, Postres, Vegetariano
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