Vulgarmente conocido como «Boleto», «seta de Burdeos», «porro» o «cep», es una de las setas comestibles más exquisitas y con más posibilidades en la cocina. El boletus edulis es uno de los diversos boletos que resultan excelentes comestibles y, desde luego, uno de mis favoritos.
Con un tamaño más que aceptable, algunos ejemplares pueden llegar a pesar más de 2 kg., tiene un aspecto fácilmente reconocible, lo que permite que su identificación no presente dudas frente a posibles hongos venenosos. El diámetro de su sombrero puede medir entre 6 y 2o cm. de diámetro, con un pie de dimensiones bastante notables, de color que va del blanco al marrón, a veces con una redecilla blanca. Su color es variable, blanco o blanquecino cuando joven y va cambiando su tonalidad hacia un pardo negruzco a medida que envejece. Una característica que le diferencia de los demás es la persistencia de una cutícula siempre húmeda, volviéndose un tanto viscosa en tiempo húmedo y lluvioso, mientras que en las otras especies de boletus semejantes, su cubierta es seca con una apariencia aterciopelada.
Es una especie que crece en los bosques de pinos desde la primavera al otoño. Algunos años es muy abundante, y otros, sin causa aparente, no aparece.
Este tipo de hongos admite muy bien la conserva confitados en aceite, en escabeche, o desecado en láminas finas. Plancha, ajillo, en guisos… las aplicaciones son múltiples. También se puede consumir en crudo, aunque en pequeñas dosis, pues un exceso puede resultar en indigestión.
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me gustan saben ricos en muchas comidas.
A nosotros también nos gustan mucho Patricia. Es una de nuestras setas favorita! 😀